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  • Foto del escritorEquipo Topwood

Jorge Torrejón y el desafío de diseñar con madera en las costas nortinas de Chile

Actualizado: 8 abr 2019


Alrededor de los 10 años, Jorge Torrejón se dio cuenta que el arte era lo suyo, en especial el dibujo, pero el destino lo llevó a una escuela donde no pudo potenciar sus habilidades. Cuando llegó el momento de elegir qué hacer con su vida profesional, estuvo a punto de irse por el camino de la agricultura, pero recordó estas habilidades de infancia y decidió ir por arquitectura. Y no se equivocó. El dibujo era lo suyo.


A sus casi 40 años, tiene hoy su propia oficina que se ubica en La Serena dónde se dedica a las viviendas, casas de veraneo, sin dejar la oportunidad de proyectar para locales comerciales o restaurantes.

Comenzó en una oficina de arquitectura que se dedicaba a proyectos inmobiliarios con edificios, pero cuando llegaban proyectos de vivienda él se hacía cargo. Después de cinco años, en 2010, renunció para abrir su propio negocio. “El mismo arquitecto de mi trabajo anterior me empezó a derivar los proyectos que le llegaban de vivienda”, recordó Jorge.



Eligió ese sector de arquitectura porque le gusta el interactuar más directamente con sus clientes; “soy bien paciente, he preparado harto mi cabeza desarrollando la parte sicológica para entenderlos y llevarlos a un buen destino con sus proyectos. Es una relación bien personal, de hecho, yo no pongo límites para las correcciones, si la casa necesita 20 correcciones de proyecto o 50 reuniones, las voy a hacer”.



Hoy por hoy, casi nueve años después, tiene gente a su cargo y le gusta ir innovando. Cuando quiere buscar ideas, motivaciones o inspiración no se queda quieto, para nada. Está constantemente en contacto con su trabajo, por lo que cuando se toma vacaciones, le gusta viajar por distintas partes del mundo viendo la arquitectura y los diferentes estilos que cada ciudad tiene para ir alimentando su creatividad.


Uno de sus lugares favoritos han sido Italia, Alemania, pero con Chile no se queda atrás; ir por distintas regiones a observar el trabajo de otros es igual de importante.

Para él, en su ciudad aun no existe mucho el uso de madera en viviendas, y es algo que le está intentando cambiar con los proyectos que le van llegando.


Hace tres años le llegó un proyecto que se llamó “Casa las Mostazas”, en un balneario a 5 kilómetros al norte de Guanaqueros en la región de Coquimbo, y que se terminó hace un año y medio.


El desafío no era menor; cualquier construcción en las costas nortinas es complicada en cuanto a los materiales que se implementen a causa del aire salino que corroe todo a su paso, como también por la humedad y la radiación solar, que hace que los mantenimientos se tengan que hacer con mayor frecuencia.

“Me aburrí, traté de innovar en cierto punto, y busqué algún material que conjugara una buena capacidad de diseño y que tenga un buen precio”, explicó el arquitecto egresado de la Universidad de la Serena. El pie inicial, se lo dio el cliente que, según cuenta Jorge, había estado en un hotel en Pichilemu donde había una arquitectura que tenía como principal material la madera. “Él me llevó a conocer un poco el tema y fue como llegué a Topwood”, recuerda Jorge.


Para él, es difícil encontrar materiales que resistan; dice que cuando recorre por el sector ve como todo está dañado u oxidado, pero cuando empezó a utilizar madera de Topwood vio resultados totalmente diferentes que cuando utilizaba maderas comunes y corrientes, revestimiento de durmientes o pino oregón.


“Es una buena madera (…), es súper buena calidad, tiene muy buena presentación, pero ellos mismos nos advirtieron que teníamos que protegerla con un producto que estuviera preparado para eso (aire salino y rayos UV)”, explicó el arquitecto.


Luego de un año y medio de instalación de la madera, los resultados han sido los esperados y más. “Yo lo comparo con que, en el mismo lugar, a 200 metros, hice una casa con productos comunes y corrientes, y esos materiales sí han tenido mayores deformaciones, aun cuando ocupamos el mismo producto para protegerla.

La madera hizo la diferencia, diferente espesor y el tratamiento que le hacen en Topwood es efectivo en realidad”, concluyó Jorge.



 

Escrito por: Lorenza Fiorella

Fotos de Guillermo Helo Juan-Oliver

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